viernes, 17 de diciembre de 2010

Érase una reflexión...

Como reflexión final he de admitir que esta asignatura me ha resultado muy grata, y no lo digo por simple “peloteo”. Mientras realizaba todas las entradas en el blog, los notaba carentes de interés para mí, pero todo lo contrario. Aunque eran cosas que ahora mismo no me atañen del todo, son cosas que están ahí, y a las que tarde o temprano me tengo que enfrentar.
Al principio consideraba los enlaces muy interesantes, ya que hablábamos sobre la huelga y la continua guerra entre aptitud y actitud. Posteriormente nos metimos más de lleno en temas más subjetivos, en plan “primera persona” como la entrevista de trabajo y el currículo. Aún así, he de comprender la temática de la asignatura, quiero decir, (sabía a lo que me metía) y que estos temas iban a ser tratados. Lo que no me esperaba es que me engancharan tanto. Por este motivo he pasado de hacer entradas cortas, vagas y sin contenido. Todo lo contrario, con mis entradas he intentado ser lo más sincero posible expresando todo aquello que quería decir, quedándome algunas entradas un tanto largas.
También me ha llamado la atención, tanto para bien como para mal, la dura mención a las redes sociales. Es cierto que son importantes, pero tampoco creo que tengamos que tener un perfil en todas las redes sociales existentes, tanto las sociales como las laborales. Aunque en su conjunto todas son sociales. Lo que quiero decir con esto, es que hemos dedicado demasiado tiempo al conocimiento de dichas redes y su “macroimportancia” para mi gusto y en mi humilde opinión claro, ya que esta no es de las cosas que más me gusten.
Aún así como reflexión final, considero a esta asignatura como algo más que una optativa, incluso me atrevería a decir que me ha enseñado más cosas útiles que otras asignaturas de índole obligatoria.

miércoles, 8 de diciembre de 2010

Carta de presentación

Alfredo Iñesta Gómez
C/Tapión Nº 5
03660 Novelda
Tel.: 625482125
Email: aig7@alu.ua.es
 
Director de Personal
Del Club Nespresso
Avinguda Via Augusta, 71-73
81174, Barcelona.


Alicante, 8 de diciembre de 2010




Estimados Sres.:

Me hallo realizando el último curso de la licenciatura especializada en Publicidad y Relaciones Públicas y me dirijo hacia ustedes para expresarles mi solicitud para el puesto vacante que solicitan de Técnico en Marketing y RRPP de Eventos, que se anuncia en la web de empleo Infojob.

Como dicen en su anuncio, están buscando a un técnico de RRPP especializado en la coordinación de eventos. Pues bien, dada mi especialización, me considero en plena disposición de realizar dicho cargo técnico.

Por  ello adjunto con esta carta mi currículo, el cual me gustaría explicar y ampliar todo lo referido a este en una futura entrevista, si su empresa lo viera necesario.

Además debo anunciar mi plena disponibilidad para viajar cuando la empresa lo requiera, así como otras exigencias, como la máxima profesionalidad en la coordinación de eventos y el trato con el cliente.

Con la esperanza de recibir pronto noticias suyas, me despido de ustedes muy atentamente.


Firma
Alfredo Iñesta.

jueves, 2 de diciembre de 2010

Y de repente… las redes sociales.

Hoy jueves, nos volvemos a encontrar aquí, en mi humilde blog, para tratar un tema desconocido para nadie, las redes sociales. A mí, personalmente no me gustan nada las redes sociales, y por ello, no pertenezco a casi ninguna, solamente a Tuenti, desde hace un par de años. Pero he de suponer que debo adaptarme a los tiempos que corren y dejar que mi vida personal y profesional fluya por internet a disposición de todo aquel que teclee mi nombre.

Sin embargo tengo que admitir que determinadas redes sociales son perfectas para darte a conocer y asegurarte una imagen profesional. Como es el caso de Linkedin con su campaña Brand you, donde intenta afianzar nuestro concepto de marca personal y profesional, al igual que un producto. Pero, ¿qué somos, sino productos? Me hace gracia pensar que muchas de mis posibilidades a la hora de conseguir un puesto de trabajo pasan por ver si tengo un “buen perfil” en mis redes sociales. Aunque si me pongo en la piel de la empresa, es obvio que quieran saber toda la información disponible de sus empleados, eso es normal, pero lo que no me parece para nada normal es lo que he leído en uno de los enlaces. Y cito textualmente: - “El que no está en las redes sociales es invisible: de hecho, algunos cazatalentos descartan a potenciales candidatos si no los encuentran en una red social profesional, por considerar que no se ha adaptado a las nuevas tecnologías” -. He aquí una nueva forma de discriminación. Comprendo que no contraten a un trabajador por no saber inglés, por no tener los estudios pertinentes, o porque no sepa mucho de informática. Pero no contratar un candidato potencial por no tener un perfil en una red social lo veo totalmente estúpido por parte de la empresa.

Pero el marrón no sólo es para los que no tengan un perfil en Facebook, Twiter o Linkedin sino también para estos mismos, ya que van a tener que controlar en todo momento su perfil, sus comentarios y sus fotografías. Porque es muy posible que pueda haber cosas divertidas para los amiguetes pero muy desaconsejables para los gerentes.


En mi opinión nos encontramos ante un arma de doble filo, ya que puede perjudicarte o beneficiarte. Eso sólo depende de ti “y de tus contactos”. Sinceramente vale la pena pulir nuestra reputación, aunque eso quiera decir, “aparentar” en las redes sociales. Pero bueno, estos son los tiempos que corren, y podría ser mucho peor. Simplemente es un requisito más, que podemos tomarnos incluso como un juego. Total, si lo sabemos utilizar correctamente, nos va a beneficiar más que a perjudicar.

Por ello, lejos de ser retrógrado, voy a registrarme en las redes sociales que hay en los enlaces, para no pertenecer únicamente a tuenti, donde sólo tengo amiguetes. Y a labrarme un perfil y un futuro profesional, y así actualizaré mi currículo más a menudo. Con el tiempo, seguro que lo agradezco.