jueves, 2 de diciembre de 2010

Y de repente… las redes sociales.

Hoy jueves, nos volvemos a encontrar aquí, en mi humilde blog, para tratar un tema desconocido para nadie, las redes sociales. A mí, personalmente no me gustan nada las redes sociales, y por ello, no pertenezco a casi ninguna, solamente a Tuenti, desde hace un par de años. Pero he de suponer que debo adaptarme a los tiempos que corren y dejar que mi vida personal y profesional fluya por internet a disposición de todo aquel que teclee mi nombre.

Sin embargo tengo que admitir que determinadas redes sociales son perfectas para darte a conocer y asegurarte una imagen profesional. Como es el caso de Linkedin con su campaña Brand you, donde intenta afianzar nuestro concepto de marca personal y profesional, al igual que un producto. Pero, ¿qué somos, sino productos? Me hace gracia pensar que muchas de mis posibilidades a la hora de conseguir un puesto de trabajo pasan por ver si tengo un “buen perfil” en mis redes sociales. Aunque si me pongo en la piel de la empresa, es obvio que quieran saber toda la información disponible de sus empleados, eso es normal, pero lo que no me parece para nada normal es lo que he leído en uno de los enlaces. Y cito textualmente: - “El que no está en las redes sociales es invisible: de hecho, algunos cazatalentos descartan a potenciales candidatos si no los encuentran en una red social profesional, por considerar que no se ha adaptado a las nuevas tecnologías” -. He aquí una nueva forma de discriminación. Comprendo que no contraten a un trabajador por no saber inglés, por no tener los estudios pertinentes, o porque no sepa mucho de informática. Pero no contratar un candidato potencial por no tener un perfil en una red social lo veo totalmente estúpido por parte de la empresa.

Pero el marrón no sólo es para los que no tengan un perfil en Facebook, Twiter o Linkedin sino también para estos mismos, ya que van a tener que controlar en todo momento su perfil, sus comentarios y sus fotografías. Porque es muy posible que pueda haber cosas divertidas para los amiguetes pero muy desaconsejables para los gerentes.


En mi opinión nos encontramos ante un arma de doble filo, ya que puede perjudicarte o beneficiarte. Eso sólo depende de ti “y de tus contactos”. Sinceramente vale la pena pulir nuestra reputación, aunque eso quiera decir, “aparentar” en las redes sociales. Pero bueno, estos son los tiempos que corren, y podría ser mucho peor. Simplemente es un requisito más, que podemos tomarnos incluso como un juego. Total, si lo sabemos utilizar correctamente, nos va a beneficiar más que a perjudicar.

Por ello, lejos de ser retrógrado, voy a registrarme en las redes sociales que hay en los enlaces, para no pertenecer únicamente a tuenti, donde sólo tengo amiguetes. Y a labrarme un perfil y un futuro profesional, y así actualizaré mi currículo más a menudo. Con el tiempo, seguro que lo agradezco.

No hay comentarios:

Publicar un comentario